Tomemos aire...

Tomemos aire. Paremos a respirar un poco, a cargar la batería después de un intenso curso escolar. Durante diez meses hemos acompañando a nuestras pacientes a lo largo de pequeños tramos de sus trayectos vitales, hemos caminado a su lado, en subidas y bajadas, con el viento a favor y en contra. Estos son caminos de aprendizaje, territorios a los que nos lleva la vida, y que quizá no hemos elegido, pero aquí estamos. Y cuando acabamos el camino, ya no somos las mismas personas. No lo son nuestros pacientes, grandes y pequeños, porque en este camino se han descubierto a sí mismos; se han descubierto valientes, trabajadores, asertivos, y han puesto nombre a sus miedos, sus fortalezas y habilidades. 

Pero no son los únicos que han cambiado. De un modo recíproco, y sin saberlo, nuestros pacientes nos orientan en el proceso de ser mejores profesionales cada día; nos muestran caminos todavía desconocidos por nosotras, o que, simplemente, habíamos olvidado, y es cuando debemos cambiar nuestra mirada, porque cada persona es diferente, y debemos adaptar nuestro trabajo a cada una. Es de esta necesidad de adaptación que comienza nuestro propio proceso de aprendizaje: nuevas miradas, nuevas técnicas, o técnicas antiguas actualizadas... 

Ahora hacemos una pequeña parada para descansar, para dejar que todo aquello que hemos aprendido se coloque en su lugar, de modo que en septiembre, cuando comencemos de nuevo, seamos más capaces de proporcionar a nuestros pacientes el apoyo que necesitan, que la mano que les ofrecemos en su camino sea más firme, más fuerte y más amable.

Gracias a todos y a todas las que habeis confiado en nosotras y que nos enseñais tanto cada día. Tomad aire.

¡Buen verano!

Equipo Lud-em